viernes, 8 de mayo de 2020

INFANTIL 4 AÑOS


UNIDAD 7                     ¡Qué bonito!



IMPORTANCIA DE CUIDAR LA NATURALEZA Y DE DEJAR TODO RECOGIDO CUANDO SALIMOS AL CAMPO


Cuento . Un día de campo



Los padres de Marta y Pablo habían prometido llevarles
al campo.
—Va a hacer un día estupendo. Mirad qué sol —dijo
la madre nada más levantarse—. Ya veréis qué bien
lo pasamos. Será la primera excursión de Lucía.
Mamá cogió una mochila y papá, la hamaca de la
pequeña.
Todos se echaron a andar.
—Me canso. ¿Queda mucho? —preguntó Pablo cuando
llevaban un rato andando.
—¿Veis ese árbol en flor? —dijo papá.
—¡Todos los árboles están en flor! —exclamó mamá—.
¡Es primavera!
—Digo ese de ahí —señaló papá—. Pararemos a comer
ahí.
—¡Qué bien! —exclamó mamá, secándose el sudor
de la frente—. ¡A la sombra!
En un momento, pusieron la comida sobre el mantel.
—¡Tortilla de patata! —dijo Pablo.
—¡Bocadillo de queso! —añadió Marta.
Después de comer, mamá sacó una bolsa de basura
de la mochila y dijo:
—Venga, vamos a recoger. El campo debe quedar igual
que antes. Lo hizo y…
Nada más meter los desperdicios a la basura, papá cogió
el mantel y lo sacudió.
—¡Papá! —le riñó Marta—. ¡Has tirado las migas al suelo!
—No te preocupes. Mira —el papá de Marta señaló al
suelo. Una fila de hormigas estaba recogiendo las migas.
—Igual a las hormigas les gusta el zumo. ¿Y si les
dejamos la botella que ha sobrado? —preguntó Marta.
—No, hija. Las hormigas no beben en botella.
Cuando todo estuvo recogido, se pusieron a jugar
al escondite.
Papá se colocó al lado de la hamaca donde dormía Lucía
y se puso a contar mientras los demás se escondían.
Cuando acabó de contar, por primera vez en mucho
tiempo se hizo el silencio. Desde su escondite, Marta
escuchó el balido de una oveja. ¿Sería Sara con su rebaño?
Marta no pudo aguantar la curiosidad y se asomó.
—¡Marta, te he visto! —dijo papá.
—Vaya —se quejó Marta—. Y encima no era el rebaño
de Sara.
Poco después, las ramas de un arbusto cercano se
movieron.
—¡Mamá, te he visto! —dijo papá.
Solo faltaba Pablo. Pero nadie, ni papá, ni Marta, ni mamá,
encontraban a Pablo por ningún sitio.
Pasaban los minutos y empezaron a estar muy
preocupados.
—¡Pablooooo! ¡Pablooooo! —gritaban.
—¡Sal, Pablo! ¡Has ganado tú! —decía papá
Pero Pablo no aparecía.
De repente se oyó a lo lejos la voz de Marta.
—¡Mamá, papá! ¡Lo he encontrado! Está detrás de esta
roca. ¡Se había quedado dormido! ¡Igual que Lucía!





Tarea

- Repasar los números.

-Colorear con rotulador el borde que rodea la bolsa de basura. 

-Estampar huellas de color blanco en la copa del árbol para simular flores. se puede hacer también dibujando flores.











No hay comentarios:

Publicar un comentario