- Amarás a Dios sobre todas las cosas: Significa que no hay NADA más importante que Él; ni juguetes, ni caprichos, ni la tele... Nada.
- No tomarás el Nombre de Dios en vano: Significa no andar diciendo aquello de "te lo juro por Dios" cuando estamos diciendo mentiras y aún cuando estemos diciendo la verdad... El nombre de Dios no es algo con lo que podamos andar jugueteando a nuestro antojo.
- Santificarás las fiestas: Significa asistir los domingos a misa, y a las fiestas de solemnidad de nuestra Iglesia Católica. Dedicarle un día completo al Señor.
- Honrarás a tu padre y a tu madre: Significa que no podemos pasar por alto su autoridad, ni hacer lo que se nos venga en gana porque tenemos un capricho de querer hacer o tener algo. No dejar de hacer las tareas. Respetar lo que nos digan sin enojarnos, sin contestarles mal, porque al final, ellos son nuestros padres y su principal deber es corregirnos para hacernos gente de bien.
- No matarás: Significa exactamente eso. Y hay dos formas de matar, físicamente, hiriendo a alguien con algún arma; y espiritualmente, cuando nos burlamos del niño que tiene menos que nosotros y le decimos "piriche", o hablamos mal de alguien sólo por hacerle daño.
- No cometerás actos impuros: Significa respetar nuestro cuerpo y el de las demás personas. No hacer con él lo que se nos venga en gana sólo porque me gusta hacerlo y nadie me ve.
- No robarás: Significa respetar las cosas de los demás, no agarrar sin permiso lo que no es nuestro.
- No dirás falso testimonio ni mentirás: No hay que mentir bajo ninguna circunstancia; las "mentiras piadosas" no existen. Decir que hemos hecho la tarea sólo por salir a jugar sin haberla hecho es un claro ejemplo de esto.
- No consentirás pensamientos ni deseos impuros: Significa no ver a la mujer o al hombre de un modo impuro o desviado. No somos simples objetos. El Señor nos llama a ser puros de corazón, ver en el prójimo a nosotros mismos.
- No codiciarás los bienes ajenos: Significa no tener envidia de los demás y sus cosas. Que yo quiero un juguete como el de aquél. Que aquél tiene un ipod... ¡Yo lo quiero! a veces, pretendemos ser lo que no somos por la misma envidia.
sábado, 5 de diciembre de 2009
Los Mandamientos
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